Un estudio de EE UU halla metales pesados en muchos productos de chocolate

Un análisis de 72 alimentos con cacao revela niveles de plomo y cadmio muy superiores a las cantidades permitidas por las directrices de California, aunque la contaminación por estos elementos tóxicos puede ser similar en otras partes del mundo, como Europa. Según los autores, los amantes del chocolate negro deberían limitar su consumo a una onza al día para estar seguros

Un estudio de EE UU halla metales pesados en muchos productos de chocolate
Foto de amirali mirhashemian en Unsplash

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Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons.

Investigadores de la Universidad George Washington (GWU), en Estados Unidos, han encontrado en ese país un porcentaje inquietante de productos de cacao que contienen metales pesados tóxicos en niveles que superan las directrices de algunos estados. Los resultados se publican esta semana en la revista Frontiers in Nutrition.

Los autores analizaron 72 productos de cacao y chocolate negro, de producción nacional o europea, vendidos en tiendas online, como Amazon, y físicas, como GNC y Whole Food. Tras realizar un seguimiento cada dos años durante un período de ocho (2014-2022), detectaron la contaminación con plomo y cadmio, metales pesados que representan un peligro significativo para la salud cuando se toman en cantidades suficientes.

En concreto, el 43 % de los productos estudiados superaba los niveles de dosis máxima permitida (MADL) para el plomo de la estricta Proposición 65 del estado de California, que lo establece en 0,5 mcg/día, y el 35 % de los alimentos analizados tenía también más cadmio del que se permite (4,1 µ/día). Además, se analizaron los niveles de arsénico, pero ninguno de los productos superaba la dosis máxima (10 µ /día).

Sin embargo, al comparar con los límites establecidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), el 97,2% (70 de 72) de los productos con chocolate estaban por debajo de lo marcado para el plomo. Los investigadores señalan que esta doble referencia (estatal y nacional) muestra cómo los distintos marcos normativos pueden influir en la interpretación de los niveles de seguridad de los productos de consumo, y también recuerdan que otros alimentos de la dieta pueden aportar estos elementos tóxicos.

“A todos nos gusta el chocolate, pero es importante consumirlo con moderación, al igual que otros alimentos que contienen metales pesados, como el atún y el arroz integral sin lavar”, afirma el coautor Leigh Frame, director de medicina integrativa y profesor de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la GWU, “aunque no es posible evitar por completo la presencia de metales pesados en los alimentos, hay que tener cuidado con lo que se come y la cantidad que se ingiere”.

Una preocupación mundial

Pese a que el estudio se ha realizado en EE. UU., el profesor recuerda que la contaminación por metales pesados en los productos del cacao es una preocupación mundial debido a las prácticas agrícolas similares y a las condiciones medioambientales que afectan al cultivo del cacao.

“Aunque las normativas y los límites aceptables de metales pesados pueden diferir, es probable que en Europa, incluida España, puedan encontrarse niveles similares de contaminación”, afirma Frame.

Factores como la composición del suelo, el uso de fertilizantes y la contaminación industrial contribuyen a la presencia de metales pesados en el cacao en grano, que son de relevancia universal. Sin embargo, “las diferencias regionales en las políticas medioambientales y las prácticas agrícolas podrían dar lugar a algunas variaciones en el alcance de la contaminación”, reconoce el investigador.

¿Qué cantidad de chocolate podemos comer entonces? Frame responde a SINC: “Teniendo en cuenta la contaminación por metales pesados, una cantidad ‘segura’ de cacao sería aproximadamente una onza (unos 28 gramos) al día. Esta porción ayuda a limitar la exposición a esos metales, al tiempo que permite a los consumidores disfrutar del chocolate negro y de sus posibles beneficios para la salud”. Algunos estudios sugieren beneficios para el sistema cardiovascular, el rendimiento cognitivo y la inflamación crónica.

Otros de los consejos del profesor son: “Diversificar la dieta para evitar una exposición excesiva a los metales pesados procedentes de un solo alimento, como el chocolate, limitar el tamaño de la ración o no consumirla a diario, mirar las etiquetas, elegir marcas conocidas por su riguroso control de calidad” y, muy importante, “tener cuidado al combinar múltiples fuentes de estos metales tóxicos en la dieta”.

Algunos alimentos que pueden tener niveles altos de plomo y cadmio son el marisco, las vísceras y suplementos de hierbas cultivadas en suelos contaminados de países con menos regulación (por ejemplo, China, Nigeria, India, Egipto). En el caso del cadmio, también algunas algas marinas, como la llamada hijiki.

Mayores niveles en cacaos ecológicos

Según los autores, los consumidores deben ser conscientes de los riesgos potenciales de exposición acumulativa, en particular con los productos de cacao etiquetados como ecológicos, ya que pueden tener concentraciones más elevadas de metales pesados. Los resultados del estudio, cuyo primer autor es el estudiante de medicina Jacob Hands, así lo reflejan.

 “La agricultura ecológica evita los plaguicidas y fertilizantes sintéticos, pero las alternativas naturales utilizadas pueden seguir siendo portadoras de contaminantes”, advierte Frame, “además, las explotaciones ecológicas suelen ser más pequeñas y pueden estar situadas en zonas con suelos históricamente contaminados”.

“También es posible que estos productos se procesen de forma más suave o gradual, lo que provoca una menor extracción de los metales pesados durante el procesado”, señala el investigador, aunque aclara: “A pesar de estos hallazgos, los productos ecológicos suelen tener otros beneficios para la salud y el medio ambiente, como la reducción de residuos de pesticidas y la mejora de la biodiversidad”.

Suelos y agua contaminada

Respecto al origen de los metales pesados en el cacao y el chocolate, explica: “Las principales fuentes de contaminación incluyen el suelo en el que se cultivan las plantas de cacao y el agua utilizada para el riego. La contaminación industrial, el uso de fertilizantes contaminados y la deposición atmosférica pueden elevar los niveles de metales pesados en los suelos agrícolas”.

“Las plantas de cacao absorben estos metales del suelo y del agua, lo que provoca su presencia en los granos y, posteriormente, en los productos de chocolate. La contaminación posterior a la cosecha durante el procesado y el envasado también puede contribuir a las concentraciones de estos metales en el producto final”, concluye el investigador.

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