Los investigadores chinos ya son los más citados a nivel mundial: ¿Por qué preocupa a Estados Unidos?

Tiempo de lectura estimado: 6 minutos

Una investigación de Caroline Wagner, autora, analista y académica experta en políticas de la Universidad de Ohio, muestra que los investigadores chinos publican una gran cantidad de los artículos científicos más citados a nivel mundial, más incluso que los de cualquier otro país. Como resultado de este hallazgo, la propia Caroline se pregunta en un artículo publicado en The Conversation si los investigadores de países tradicionalmente punteros en este ámbito como Estados Unidos deberían preocuparse.

Buena muestra de la "superioridad" china es que, tal y como muestra el artículo de Wagner, en 2022 fueron los investigadores chinos los que más artículos científicos sobre inteligencia artificial publicaron. "Pese a que la destreza científica de una nación es difícil de medir, hay buenos sustitutos como la cantidad de dinero gastado en investigación, la cantidad de artículos académicos publicados y la calidad de dichos artículos", asegura Wagner. 

¿Cuál es el origen de este ascenso?

Tal y como explica la analista, el ascenso de China en este sentido no es casualidad, sino que es fruto directo de años de políticas gubernamentales dedicadas a un objetivo: liderar en ciencia y tecnología. Además, a lo largo de las últimas décadas, el país asiático ha invertido económicamente en aumentar las capacidades de investigación, enviar estudiantes e investigadores al extranjero y potenciar así su marca en países vecinos y otros continentes. De hecho, Wagner ofrece datos concretos: desde el año 2000, más de cinco millones de estudiantes y académicos chinos se han trasladado a estudiar al extranjero. Aunque muchos de ellos se quedan y trabajan en los países a los que acuden, una buena cantidad regresa a su nación para trabajar en laboratorios y empresas tecnológicas.

"La realidad actual es que la calidad de las universidades chinas ha mejorado mucho, además de que producen la mayor cantidad de doctorados en ingeniería del mundo", afirma Caroline Wagner. Fue en el año 2017 la primera vez que los investigadores chinos publicaron más artículos científicos que los estadounidenses, y desde entonces parece haberse marcado una tendencia que, de momento, no se invierte. 

Número de artículos científicos publicados en revistas académicas por Estados Unidos y China a lo largo de los últimos años. Fuente: The Conversation / Web of Science

"Los investigadores occidentales no se tomaban en serio la investigación china"

A pesar de producir grandes cantidades de artículos de distintas temáticas, durante las dos últimas décadas el trabajo procedente del país más poblado del mundo no recibía la atención que probablemente merecía, ya que desde los países occidentales —especialmente Estados Unidos— se ponía en duda la calidad de dichas investigaciones. "Para cuantificar la calidad y valoración, mis compañeros y yo consultamos las citas y referencias. Nos sorprendió descubrir que, en 2019, los autores chinos publicaron un gran porcentaje de los artículos más influyentes del mundo y tres veces más artículos sobre inteligencia artificial que los estadounidenses", señala la autora, que además hace hincapié en lo "novedoso y creativo" de los artículos chinos.

Teniendo en cuenta lo anterior y evidencias demostradas, se puede afirmar que China ya no es —si es que algún día lo fue— un mero imitador de artículos ni una fábrica de producción de ciencia de dudosa calidad, sino que representa una potencia científica sin miedo a equiparse con Estados Unidos o países europeos, tanto en calidad como en cantidad.

¿Ahora qué? ¿Por qué hay miedo a este logro chino?

Caroline Wagner establece una relación entre la capacidad científica y el poder militar y económico. Al haber crecido tanto académicamente, hay políticos y expertos americanos que han expresado su "preocupación porque el ascenso científico de China suponga una amenaza". Wagner declara que, en su opinión, algunos de estos temores están justificados, pero "Estados Unidos debería ser consciente de que puede beneficiarse de ello mediante la colaboración con el país asiático". Así, es partidaria de interpretar la situación no tanto como una amenaza, sino como una oportunidad de crecimiento y acuerdos entre países, incluyendo a los europeos.