Ocho libros para regalar estas Navidades
Recomendaciones divulgativas que abarcan varias disciplinas
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Los libros siguen siendo regalos excelentes. Con un poco de suerte un libro regalado será leído. Si no lo es, al menos servirá para mantener vivo el sector editorial y el librero. En el peor de los casos, nunca quedan mal en las estanterías del salón. Por eso me he animado a aceptar la propuesta de The Conversation España de recomendar libros desde esta tribuna. Quiero creer que mi criterio será útil a quienes deseen hacer un regalo de Navidad y no tengan del todo claro qué regalar. Como verán, mis recomendaciones son divulgativas y abarcan varias disciplinas. Si se animan a comprar alguno de estos libros, pídanlo en la librería más cercana, por favor. El portal todostuslibros.com les será de ayuda para encontrarla. Necesitamos que las librerías sigan existiendo, son focos de cultura y de vida.
No hay tiempo para leer todo lo bueno que se publica. Vengo a leer un libro por semana, de manera que, en el mejor de los casos, no me queda vida lectora útil para más de mil libros, bastantes menos de los excelentes y muy interesantes que se publicarán en ese tiempo, y ya son demasiados los que esperan en la pila su turno. Por eso tengo por norma, salvo casos excepcionales, no leer más de un libro de divulgación del mismo autor o autora. Esto explica algunas ausencias en mi lista de recomendaciones, incluidos algunos libros excelentes –así me consta, por referencias fiables– escritos por personas a quienes admiro. Pero solo debo recomendar aquello que he leído, y he optado por limitar las recomendaciones a libros publicados en 2022; de otra forma la selección habría sido muy difícil. El orden no implica preferencia.
Me gustó mucho «¿Cómo entender a los humanos?», de Pablo Rodríguez Palenzuela, publicado por Next Door Publishers en su colección Café Cajal. Compré el libro con alguna reserva porque conozco el tema –la naturaleza humana– y tiene sus aristas. Hay mucho lugar común, patraña y mala ciencia sobre una materia difícil que, además, cada vez está más trufada de ideología. La aproximación a la naturaleza humana es evolucionista. La primera mitad del libro es un tratado breve de biología y evolución humana. Y en la segunda se abordan cuestiones tales como las bases de la cultura, el lenguaje, la moral, la agresividad, el estatus y otros. Los temas están tratados con rigor, las afirmaciones cuentan con el debido respaldo bibliográfico, y el autor no duda en mostrar diferentes puntos de vista si en determinados aspectos no hay consenso en la comunidad científica. Está muy bien escrito, con claridad y una fluidez que facilita la lectura. Con este texto descubrí a un autor que dará más alegrías en el futuro.
Sigo con otro libro de Next Door Publishers, aunque en este caso en su colección Lienzos y matraces. Se trata de «Genes de colores», de Lluís Montoliu, con ilustraciones de Jesús Romero. Lluís forma parte de mi círculo de amistades en el mundo de la divulgación, circunstancia de la que debo advertir, por si este hecho pudiera haber influido en mi juicio, aunque lo dudo. Su libro es un repaso documentado de lo que se sabe sobre la bioquímica y la genética de la pigmentación humana y, por tanto, sobre el color de la piel, el pelo y los ojos. Conforme se lee el libro uno descubre que son numerosos los genes implicados en estas cuestiones, y de forma compleja, además; pero el autor se las arregla para que no nos perdamos en el camino. Hay un aspecto que no quiero dejar de lado. Lluís está especialmente interesado en los aspectos éticos de la investigación científica, y en el libro es manifiesta su preocupación por la vertiente ética del tema que trata, debido a la injustificada relación entre el color de la piel, la (supuesta) raza y, en virtud de tal, la discriminación y maltrato a que se somete en muchos países a las personas a causa de ese rasgo. Por último, un asunto no menor. Como todos los de la colección Lienzos y matraces, el libro, el producto, es de una factura impecable, por diseño, maquetación, ilustraciones y edición.
«Como el aire que respiramos», de Antonio Monegal, publicado por Acantilado fue un golpe de suerte. Un rato en Madrid sin nada que hacer siempre me acaba conduciendo a una librería. Y así me encontré con este pequeño (por extensión) gran (por interés) libro. El tema que trata queda reflejado en el subtítulo: “El sentido de la cultura”. El autor se cuestiona acerca de la relevancia y la utilidad de la cultura; reflexiona acerca de la noción en sí, de la importancia de tener claro a qué nos referimos cuando hablamos de ella, y a su vinculación con la memoria y la identidad, entre otros muchos aspectos relacionados. La lectura resulta esclarecedora y sirve para entender la razón de ser de las políticas culturales, porque el autor, tal como reza la contraportada, “interpreta la cultura como actividad intrínsecamente política e indisoluble de nuestro lugar en el mundo…” Para quienes estamos interesados por los hechos culturales y nos preguntamos acerca de su función y de la necesidad de que existan –o no– políticas culturales, este texto es un todo un hallazgo.
Sigo con Acantilado, una editorial segura. «Palabras del Egeo», de Pedro Olalla, fue otro golpe de suerte. Me sentí atraído por esta obra porque el mundo griego me ha fascinado desde que tengo uso de razón. Me encantaron los clásicos griegos en el instituto. Ya de mayor, inmerso en el mundo de la ciencia, me he visto afectado por lo que el físico e historiador de la ciencia Gerald Holton, denominó “el hechizo jónico”, esa convicción de un ramillete de pensadores jonios de que el universo podía ser explicado por leyes naturales y que la materia estaba formada por entidades indivisibles. El título evocó en mí ese hechizo que hoy, paradójicamente, quizás ya no experimento. El libro es una delicia. Consiste en una serie de cartas que el autor escribe a su hijo mientras espera su llegada en una isla del Egeo. En ellas, partiendo de las palabras, su significado y etimología, se adentra en los orígenes del pensamiento, llegando a conclusiones sorprendentes en ocasiones. Y reivindica el papel de fundadores de nuestra civilización para quienes poblaron las costas e islas del Egeo. Alguna fase de la obra me resultó un tanto hiperbólica, algo que se me antoja inevitable dado el atrevimiento que muestra el autor. Eso sí, sus afirmaciones cuentan con respaldo bibliográfico, al menos hasta donde, en mi condición de lego en la materia, me es dado calibrar. El estilo primoroso hace que este libro merezca ser leído tanto por lo que dice como por la forma en que lo dice.
«La lira desafinada de Pitágoras», de Almudena Martín Castro, publicado por Harper Collins, ha sido otro de los grandes hallazgos de 2022. Al igual que Lluís Montoliu, la autora forma parte de mi círculo de amistades del mundo de la divulgación desde hace años. Almudena es física, pianista y licenciada en Bellas Artes. Es una conferenciante excelente y escribe de maravilla. A lo largo de las páginas de su libro, muestra la relación íntima que han tenido las matemáticas y la física con la música a lo largo de la historia de la ciencia, la forma, incluso, en que esta ha influido en el desarrollo de aquellas. Pero con ser cierta la frase anterior, no hace justicia al trasfondo de la historia que cuenta la autora, porque la idea que subyace en el texto –y que aflora en ocasiones y, sobre todo, al final– es la de la relación entre belleza y verdad, concretamente entre la belleza de las teorías y modelos de la ciencia y la verdad científica. Este libro combina erudición, elegancia y desenfado a partes iguales.
María Martinón Torres, la autora de «Homo imperfectus», publicado por Destino, aúna una formación amplia –doctora en Medicina y Cirugía, especialista en Evolución Humana y especialista en Antropología Forense– con una brillante trayectoria en investigación a nivel internacional en Paleoantropología. Esta observación no es ociosa, porque pocas personas están más capacitadas, por su formación y práctica profesional, para escribir sobre el tema del que trata el libro. No pocas enfermedades, problemas de salud o, incluso, de “diseño” de los seres humanos son la otra cara de nuestro pasado evolutivo, la cara dolorosa. La evolución no selecciona rasgos que nos hacen perfectos, libres de problemas de funcionamiento, o de procesos con efectos deletéreos, como los cánceres o las enfermedades neurodegenerativas. Al contrario, determinadas adaptaciones tienen contrapartidas en forma de enfermedades. Porque la selección natural hace que ciertos caracteres –ventajosos– se extiendan en las poblaciones. Pero eso deja un margen amplio para la imperfección. De eso trata este libro. De eso y de la importancia que en nuestra especie han tenido y tienen la solidaridad y el altruismo, gracias a los cuales nuestras vidas son mejores a pesar del sufrimiento que pueden provocar los “problemas de diseño”. María es buena lectora, ama la literatura, y eso se traduce en un estilo elegante, cuidado y lleno de sensibilidad. Buena literatura, una vez más.
He dejado para el final las dos traducciones de la lista, ambas publicadas por Capitán Swing. Alabo la audacia de la editorial publicando estas traducciones, porque son aventuras tan arriesgadas como necesarias. Lo agradezco y me encantaría que el público lector lo premiase. Empezaré por la que se ha publicado antes en español, aunque es más reciente
«Islas del abandono», de la periodista y escritora Cal Flyn, fue publicado en inglés en 2021, y ha sido traducido por Lucía Barahona. Leí la edición original cuando salió y me pareció uno de los libros más cautivadores que he leído en mucho tiempo. Cuenta el destino que han tenido trece lugares que han sido abandonados por los seres humanos. Son enclaves tales como la cuenca del río Passaic, uno de los lugares donde empezó el desarrollo industrial en EEUU y ha soportado uno de los niveles de contaminación más altos del mundo; el área de exclusión de Chernóbil, en Ucrania, donde la naturaleza florece tras el accidente de su central nuclear y posterior abandono por los seres humanos; o ciertos barrios de la ciudad estadounidense de Detroit, que han sido abandonados por sus habitantes y están siendo ocupados por plantas y animales. El libro que, como los anteriores, está primorosamente escrito, ilustra bien a las claras dos fenómenos. Uno es el potencial destructor de algunas de nuestras actividades. Y el otro es la capacidad de la naturaleza para reclamar los entornos humanizados cuando los abandonamos, si bien en ocasiones para configurar biotopos muy diferentes de los originales. «Islas del abandono» impresiona, por lo que cuenta y por cómo lo cuenta. Es hermosísimo.
El último de la lista es «Las personas más raras del mundo», del ingeniero reconvertido a antropólogo Joseph Henrich. Supe de este investigador y autor con ocasión de la publicación de «The secret of our success», un libro acerca de las claves (la evolución cultural) del éxito de nuestra especie que me encantó. También me ha encantado el que nos ocupa hoy, publicado originalmente en 2020 y traducido por Jesús Negro. Con un grado de documentación y una extensión de los asuntos tratados impresionantes, Henrich defiende la tesis de que las personas que vivimos en los países a los que llamamos occidentales (The West) hemos desarrollado una psicología especial, unos rasgos que nos diferencian en grado variable de quienes viven en otros lugares del mundo. Somos más individualistas, prosociales al margen de la familia o la tribu, inconformistas y analíticos, entre otros atributos. El autor explica a qué factores atribuye esta peculiaridad, y qué consecuencias sociales, políticas y económicas ha tenido. El libro es, por dimensiones y alcance, una Magnum Opus. De ningún trabajo como este se puede decir que sus conclusiones vayan a ser imperecederas, pero su verdadero valor no radica ahí, sino en su poder heurístico, en los caminos que abre a la investigación y el conocimiento de nuestra especie. Su redacción, en la mejor tradición de la divulgación anglosajona, es muy clara, y la traducción, impecable.
Podría haber recomendado algunos libros más, pero no tenemos todo el espacio ni el tiempo del mundo. Por diversidad e interés de los temas tratados, por la calidad de los textos, y por el rigor con que se abordan, tengo esta selección por una buena apuesta. Pero una apuesta, al fin y al cabo. Felices lecturas y felices fiestas.
Juan Ignacio Pérez Iglesias, Presidente del Comité Asesor de The Conversation España. Catedrático de Fisiología, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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