Una cinta métrica que también calcula el peso del menor en caso de urgencia pediátrica
Con esta información se podrá calcular adecuadamente la dosis de cada medicamento o elegir el tipo y tallaje más apropiado del instrumental médico
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Sendoa Ballesteros Peña, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Son las 9 de la mañana. De camino al colegio, en un descuido, un niño es arrollado por un vehículo en el paso de cebra. Se genera mucho alboroto, pero la ambulancia no tarda en llegar. En un primer vistazo, los sanitarios determinan que las lesiones son graves y consideran necesario sedar al paciente. Pero ¿qué cantidad de medicamento deben administrar?
Puesto que el cálculo de la dosis adecuada en los niños depende del peso del mismo, ¿cómo pueden actuar en situaciones de tal urgencia si desconocen esa información? Infraestimar el peso hará que no se logre el efecto terapéutico deseado, mientras que sobreestimarlo podría provocar efectos indeseables.
Como vemos, en una situación de emergencia, conocer el peso de un paciente pediátrico puede resultar muy relevante. Con esta información se podrá calcular adecuadamente la dosis de cada medicamento o elegir el tipo y tallaje más apropiado del instrumental médico.
Estimar el peso pediátrico de manera eficiente
Desgraciadamente, obtener ese dato no siempre es sencillo y existen pocas herramientas que nos puedan ayudar a calcularlo. Para dar respuesta a este problema, se desarrollaron las llamadas Fórmulas Bilbao 2018, que son un ejemplo de estrategia de estimación de peso pediátrico adaptada a nuestro contexto geográfico.
Se trata de un algoritmo matemático desarrollado por un equipo de investigación del Instituto Biocruces Bizkaia. Esta fórmula está integrada en una aplicación móvil en la que, tras introducir la estatura y la complexión del niño, se estima su peso.
Pero para poder estimar el peso con exactitud con esa aplicación se necesita, a su vez, conocer la estatura del paciente. Y como esta información resulta muy fácil de obtener con una simple cinta de medir, los investigadores se preguntaron: ¿por qué no adaptar una cinta métrica para que calcule también el peso y que pueda ser utilizada en cualquier condición de urgencia?
Inteligencia artificial para mejorar la herramienta de estimación de peso
Recientemente, el rendimiento del algoritmo matemático en el que se basan las Fórmulas Bilbao 2018 ha sido mejorado mediante la utilización de sistemas de inteligencia artificial. Esta actualización ha sido rebautizada como “Fórmula Bilbao 2019”.
Este sistema permite estimar el peso con un margen de error con respecto al peso real inferior al 10 % en el 75 % de las mediciones e inferior al 20 % en el 97 % de los casos. Estos márgenes de error son significativamente mejores que los que se hubiesen obtenido al aplicar cualquier otro método de los existentes en la actualidad.
Los datos se han extraído de un estudio de validez realizado por investigadores de Osakidetza - Servicio Vasco de Salud y de la Universidad del País Vasco sobre una muestra de 780 pacientes pediátricos españoles, pendiente de publicar.
La Cinta Bilbao 2019
A pesar de su buen rendimiento, la aplicación de la Fórmula Bilbao 2019 requería una computadora, lo que dificultaba su traslado al terreno. Para poder facilitar su uso en la práctica asistencial, se han trasladado a una cinta métrica las estimaciones de peso para cada centímetro de estatura obtenidas a partir del software de inteligencia artificial. Esta herramienta ha sido denominada ‘Cinta Bilbao 2019’.
La cinta es capaz de estimar el peso del paciente a partir de dos parámetros: su estatura y su complexión física. La estatura se puede medir al extender la cinta a lo largo del cuerpo del paciente colocado en decúbito supino.
Por su parte, la complexión física puede ser determinada subjetivamente por el profesional sanitario y comprende tres posibilidades: complexión normal (que sería equivalente a la complexión de un niño o niña entre los percentiles 25 y 75 de índice de masa corporal), visualmente delgado (por debajo del percentil 25) o grande (por encima del percentil 75).
Al cruzar ambos parámetros en la cinta, esta indica el peso estimado del paciente en kilogramos y su edad más probable.
La “Cinta Bilbao 2019” es válida para niños y niñas con una estatura comprendida entre 55 y 140 centímetros. Puesto que la morfología de las personas puede variar en función del ámbito geográfico o étnico al que pertenezcan, esta herramienta está optimizada para población española caucásica.
Sin embargo, podría ser válida en el contexto de otras poblaciones con condiciones antropométricas similares a esa población. En cualquier caso, los valores de la cinta podrían modificarse con nuevas estimaciones empleando el software de inteligencia artificial nutrido con datos antropométricos de la población en la que desee emplearse.
Clasificación por colores
De forma paralela, cada valor de peso estimado se relaciona con el código de color normalizado Broselow-Luten de Codificación de Mercancías. Este código indica el color del cajón del carro o bolsa de emergencia en el que se encontrará el material de reanimación necesario para la asistencia de un paciente de esas características.
Es decir, el color de la casilla en la que aparece el resultado del peso estimado corresponde al color del cajón en el que encontraremos las tallas del instrumental adecuado para atenderlo.
En conclusión, la Cinta Bilbao 2019 representa probablemente el mejor sistema de estimación indirecta de peso ante emergencias pediátricas en población caucásica española. Con ella podemos evitar hacer una estimación subjetiva o el uso de otros sistemas y mejorar la seguridad del paciente en situaciones de emergencia vital.
Pero también es importante destacar que esta herramienta representa únicamente un recurso de apoyo a la toma de decisiones y que nunca debe suplir al criterio profesional, sobre quien recae la responsabilidad de la decisión o acto final.
Sendoa Ballesteros Peña, Enfermero en Osakidetza- Servicio vasco de salud. Profesor asociado a la Facultad de Medicina y Enfermería, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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