El hielo marino en la Antártida alcanzó el mínimo histórico en febrero
El invierno del hemisferio norte ha sido el segundo más cálido jamás registrado en Europa. Las autoridades climáticas advierten de que los últimos datos indican posibles subidas alarmantes del nivel del mar
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La extensión del hielo marino en la Antártida alcanzó el pasado mes de febrero su mínimo histórico, según el último informe del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), desplegado por el Centro europeo de Previsiones meteorológicas a plazo medio de la Comisión Europea.
De acuerdo con el comunicado facilitado este miércoles por C3S, el hielo marino antártico alcanzó su extensión mensual más baja desde que comenzaron los registros por satélite hace 45 años. Febrero de 2023 alcanzó un 34 % por debajo de la media histórica que corresponde a este mes, superando el récord anterior de 2017.
La extensión diaria de este hielo también alcanzó un mínimo histórico, superando el récord anterior establecido en febrero de 2022, con concentraciones muy inferiores a la media en todos los sectores del océano Austral.
En el Ártico, la cobertura de hielo marino se situó también un 4 % por debajo de la media, lo que supone la segunda lectura más baja para un mes de febrero desde que existen registros por satélite, con las concentraciones más bajas en el mar de Barents y la región de Svalbard.
“Estas bajas condiciones del hielo marino pueden tener importantes implicaciones para la estabilidad de las plataformas de hielo antárticas y, en última instancia, para el aumento global del nivel del mar”, advierte Samantha Burguess, directora adjunta de C3S. “Los casquetes polares son un indicador sensible de la crisis climática y es importante seguir de cerca los cambios que se producen en ellos”, añade.
El segundo mes de este 2023 ha sido el quinto febrero más cálido a nivel mundial, con temperaturas superiores a la media en lugares como el este de EEUU, el norte de Rusia, Pakistán, la India y la mayor parte de Europa, sobre todo en el norte de Noruega y Suecia.
Por el contrario, los termostatos también bajaron de la media en la península ibérica, Turquía, el oeste de EEUU, Canadá, el noreste de Rusia y el norte de Australia. En cualquier caso, el invierno fue el segundo más cálido registrado en Europa, con temperaturas muy por encima de la media en las zonas orientales y del noreste del viejo continente.
Mientras que la mayor parte de Europa occidental y meridional experimentó condiciones más secas que la media, algunas regiones registraron niveles récord de humedad en el suelo. En el resto del planeta, las regiones más secas fueron algunas partes de Sudamérica, que sufrieron sequías e incendios forestales, así como el sur de Australia y el oeste del sur de África.
El mes de febrero fue especialmente húmedo en el sur de EEUU, regiones de Rusia, centro y este de Asia, norte de Australia, sur de Brasil, sureste de África y Nueva Zelanda. En muchos casos, las fuertes precipitaciones, a veces asociadas a ciclones, provocaron inundaciones.
Un invierno especialmente caluroso
El invierno fue el segundo más cálido registrado en Europa, con temperaturas muy superiores a la media en la zona oriental y partes del noreste. En las regiones occidentales y surorientales también ha sido más seco que la media, mientras que la humedad ha sido mayor en algunos lugares de la península ibérica, así como en el suroeste y noreste del continente.
Esta estación también fue más húmeda que la media en el oeste de Norteamérica, el oeste de Rusia, parte de Asia central, el norte de Australia, el sur de Brasil y el sur de África. Las regiones más secas fueron México, la mayor parte de Asia central, el Cuerno de África, el sur de Australia y gran parte de Sudamérica.
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