La tecnología ¡a la mesa!

La tecnología está revolucionando la industria alimentaria con impresoras 3D, agricultura inteligente, y biotecnología para mejorar la eficiencia, calidad y sostenibilidad de la producción. Innovaciones como la realidad aumentada, gastronomía molecular y carne de laboratorio prometen redefinir nuestra relación con los alimentos, enfocándose en personalización, seguridad y experiencias inmersivas

La tecnología ¡a la mesa!
Plato premiado en el concurso internacional de Cocina Nota a Nota, 2014. Wikimedia Commons, CC BY

Tiempo de lectura estimado: 12 minutos


Nuria Recuero Virto, Universidad Complutense de Madrid

Impresoras 3D conectadas a menús a la carta, realidad aumentada, cocina nota a nota, alimentos de laboratorio… ¿Cómo pretende conquistarnos la industria alimentaria? Entre otras cosas, prometiéndonos eficiencia en la producción, reducción en los tiempos de procesamiento, aumento en la seguridad y calidad de los productos, disminución de los costos energéticos y mayor valor medioambiental.

Agricultura inteligente

¿Si este año no llueve, habrá cosecha? La tecnología está remodelando todos los aspectos de la producción alimentaria. La agricultura urbana, que incluye la agricultura vertical y la acuaponía, está marcando un cambio significativo.

Sistema de acuaponía portátil. Charlie Vinz / Wikimedia Commons, CC BY

Estos métodos permiten una producción más eficiente y menos dependiente de los recursos tradicionales, en especial, de la lluvia.

Además, con la ayuda del internet de las cosas, los agricultores pueden monitorizar y gestionar los procesos en tiempo real, optimizando el rendimiento y reduciendo el impacto ambiental.

Por otra parte, el uso de la robótica y los sistemas autónomos (RAS) está transformando la cosecha, el ordeño y la recolección de frutas.

Estas tecnologías reducen costos y minimizan riesgos en la producción agrícola. La automatización precisa y segura beneficia tanto a productores como a consumidores, a la vez que resultan en alimentos de alta calidad.

¿Comeremos mejor?

La tecnología de ultrasonido está revolucionando el procesamiento de alimentos. Mediante ondas mecánicas, esta técnica induce cambios físicos, químicos y bioquímicos que mejoran la calidad del producto y reducen el consumo energético.

Por otra parte, para asegurar la calidad de las conservas, la tecnología de hurdle inactiva microorganismos sin necesidad de altas temperaturas. Así, garantiza productos más seguros y saludables, mantiene sus propiedades nutritivas y evita la degradación de los nutrientes.

Bayas in vitro en el departamento de Biotecnología del Instituto Vavilov de Plantas Industriales (VIR). Luigi Guarino / Wikimedia Commons, CC BY

Mientras, la ingeniería genética está perfeccionando el sabor, la seguridad y el valor nutricional de lo que nos llevamos a la boca. La biotecnología permite personalizar los alimentos para satisfacer demandas específicas y aborda problemas globales como el hambre y la sostenibilidad.

En la misma línea, la carne cultivada en laboratorio emerge como una solución prometedora para ofrecer proteínas de alta calidad, con un impacto ambiental significativamente reducido, como alternativa viable a la carne tradicional.

De la cocina al mantel

A la vanguardia de la innovación culinaria, la gastronomía molecular utiliza técnicas científicas como la deshidratación y el nitrógeno líquido para desarrollar alimentos de alta calidad.

La cocina nota a nota, por su parte, permite crear nuevos sabores y texturas a partir de componentes disgregados de alimentos existentes, eliminando alérgenos y mejorando la seguridad alimentaria.

Del lado de los comensales, la demanda de experiencias inmersivas y las aplicaciones móviles para la planificación y preparación de comidas están ganando popularidad, facilitando la gestión de dietas y preferencias individuales.

Menús y platos en tres dimensiones

Innovaciones como la realidad aumentada y la realidad virtual enriquecen la experiencia del consumidor y proporcionan información detallada a través de envases inteligentes y códigos QR.

Casita de chocolate impresa en 3D. Wikimedia Commons, CC BY

En sentido inverso, de lo digital a lo físico, la impresión de alimentos en 3D permite la creación de platos personalizados y reduce el desperdicio. Esta tecnología facilita la producción bajo demanda y contribuye a la sostenibilidad mediante una mayor precisión en la fabricación.

El plato fuerte: el sentido común

La industria alimentaria se encuentra en una encrucijada fascinante donde la tecnología es clave para satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores.

La evolución tecnológica no solo impulsa la eficiencia y reduce los tiempos de procesamiento, sino que también establece nuevos estándares de seguridad y calidad y minimiza los costos energéticos.

¿Qué nos depara el futuro? La tecnología continuará desempeñando un papel central en la transformación de la industria, abordando desafíos globales de demanda y sostenibilidad, mientras redefine nuestra relación con los alimentos.

En este emocionante panorama, las innovaciones no tienen límite y la promesa de un mundo alimentario más avanzado está a la vuelta de la esquina.

Tendremos que seguir analizando las necesidades y preferencias de nuestros consumidores para ofrecerles experiencias únicas. Porque, más allá de la tecnología, el verdadero avance radica en combinar innovación con el sentido común y el buen gusto.The Conversation

Nuria Recuero Virto, Profesora de Marketing, Universidad Complutense de Madrid

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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