¿Se valora y fomenta el pensamiento creativo en España? Lo que nos dice PISA

El informe PISA 2022 ha evaluado por primera vez la creatividad como competencia innovadora en estudiantes de 15 años. España obtuvo un rendimiento creativo medio, superando la media de la OCDE y la UE, aunque lejos de países líderes como Singapur

¿Se valora y fomenta el pensamiento creativo en España? Lo que nos dice PISA
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María José Cuetos Revuelta, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja

¿Las escuelas matan la creatividad? Esta pregunta, que en 2010 se realizaba el escritor especializado en educación Ken Robinson en su charla TED con casi 80 millones de visionados, subyace de alguna manera en la última edición del informe PISA (Programme for International Student Assessment) 2022, el primero en el que se muestra un interés por la creatividad.

En la última evaluación comparativa internacional promovida por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), habitualmente centrada en las competencias matemática y lingüística, se ha evaluado el pensamiento creativo como competencia innovadora.

Creatividad en niños y adolescentes

Los resultados de creatividad de PISA 22, que se hicieron públicos a finales de junio, han mostrado que España obtiene una puntuación de rendimiento medio en pensamiento creativo de 32,8 puntos, por encima del promedio de la OCDE (32,7) y de la UE (32,1). Sin embargo, aún está lejos de países como Singapur, Corea del Sur o Canadá, que dominan la clasificación como los países más creativos.

La prueba establece distintos tipos de “actividades cotidianas” de pensamiento creativo y evalúa la capacidad de los chicos y chicas de 15 años de generar ideas nuevas y desarrollar de manera original otras ya existentes en los ámbitos de:

  1. La expresión escrita.

  2. La expresión visual.

  3. La resolución de problemas en sociedad.

  4. La resolución de problemas científicos.

Percepciones sobre la creatividad

Debido a los diferentes mecanismos psicológicos implicados y al grado de control sobre el proceso creativo, la creatividad en los niños se identifica como un proceso que implica la imaginación, el planteamiento de preguntas y el juego.

Pero en los adolescentes, ya se ha producido su maduración neuropsicológica y la consolidación de sus principales funciones cognitivas. De hecho, es a partir de los 11 o 12 años cuando se considera que aparece la verdadera creatividad, ya que el pensamiento operativo se ha estabilizado, mientras que antes de esa edad solo se puede hablar de una “actitud creativa”.

La prueba incluyó una serie de preguntas al alumnado de 15 años acerca de sus creencias, por lo que los datos de este novedoso informe nos sirven también para averiguar cuáles son las percepciones de alumnos y docentes respecto de la creatividad y su relevancia.

Así, en España, el 80% del alumnado está en desacuerdo o muy en desacuerdo con la afirmación popular relativa a que la creatividad se puede expresar solo a través de las artes. El porcentaje de estudiantes que está de acuerdo con que la creatividad se expresa a través de casi cualquier materia en nuestro país (86 %) es mayor que el del promedio OCDE (82 %) y que el del total de la UE (84 %).

Obstáculos a superar en el ámbito de la creatividad

Sin embargo, otras barreras aún deben superarse: el 47 % del alumnado de nuestro país (2 puntos más que el total de la UE, 45 %) cree que la inteligencia creativa es algo propio que no se puede modificar demasiado.

La realidad es que la creatividad está unida al desarrollo personal de los individuos y se manifiesta a través de su conjunto de experiencias personales, los conocimientos adquiridos y los estímulos recogidos del entorno, y puede mejorarse a través del aprendizaje y del desarrollo personal.

Un cambio de modelo

Además, en el informe se manifiesta cómo el papel de los centros escolares y del profesorado es fundamental para que los estudiantes puedan pensar de forma creativa, así como generar trabajos creativos. De hecho, en el promedio OCDE, el 70 % de los estudiantes señalaron que sus profesores valoraban su creatividad y les daban la oportunidad de expresar sus ideas en su centro educativo. En España, el 62 % de los estudiantes preguntados estaban de acuerdo con esa afirmación.

Del estudio se desprende una correlación positiva entre la competencia media en pensamiento creativo y las puntuaciones medias en matemáticas, comprensión lectora y en ciencias. Es decir, a mayor rendimiento en pensamiento creativo, mejores resultados académicos en estas áreas.

La búsqueda de la creatividad en el aula

La creatividad se logra aplicando pedagogías que fomenten el trabajo grupal y el intercambio de ideas, mediante las que los estudiantes pueden debatir temas actuales y explorar problemas de forma autónoma.

Las pruebas PISA también han revisado la influencia del uso de los recursos digitales en el pensamiento creativo. Los resultados indican que el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para actividades de ocio, de forma moderada, tiene un impacto en el rendimiento del pensamiento creativo mayor del que se esperaba, respecto el uso de estos recursos para el aprendizaje.

El pensamiento creativo de los jóvenes era mayor (3 puntos más en el caso de España y 5 más de promedio tanto en toda la OCDE como en el total de la Unión Europea) si utilizaban ordenadores, tabletas o móviles con internet al menos una hora diaria durante el fin de semana. Pero si su uso era de una hora o más a diario, dentro del centro educativo, los valores de creatividad disminuían (1 punto por debajo de otros jóvenes en el promedio de la OCDE, 2 en el total de la UE y 3 en España).

Qué va a pasar en PISA 2025

La próxima edición de las pruebas, prevista para el año que viene, plantea evaluar las competencias matemática y lectora de los alumnos, pero con el dominio principal de las ciencias, a lo que se añadirá la evaluación del inglés como lengua extranjera y la capacidad de los estudiantes de resolver de problemas a través del entorno digital, así como su autorregulación ante estos recursos.

En el contexto de la creatividad, el marco teórico de ciencias de PISA 2025 definirá las competencias que desarrolla la educación científica y cómo de preparados están los alumnos respecto a la comprensión de la ciencia. Es decir, plantea analizar cómo el pensamiento creativo se aplica en las ciencias, algo crucial de cara al futuro. Los jóvenes preparados científicamente tendrán más oportunidades para la toma de decisiones informadas y sostenibles para vivir y desarrollar el pensamiento creativo científico, necesario entre otras cosas para afrontar los retos de los cambios que el impacto humano está causando a nuestro planeta.The Conversation

María José Cuetos Revuelta, Profesora titular de la Facultad de Educación, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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