Una nueva investigación descubre que los primeros europeos llegaron a Ucrania hace 1,4 millones de años

Durante los periodos más cálidos de la historia de la Tierra, conocidos como interglaciares, glaciares del tamaño de continentes se retiraron para revelar nuevos paisajes

Una nueva investigación descubre que los primeros europeos llegaron a Ucrania hace 1,4 millones de años
Restos del castillo de Korolevo, cerca del yacimiento. Катерина Байдужа/Wikimedia Commons, CC BY-SA

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John Jansen, Czech Academy of Sciences

Hace 1,4 millones de años, Europa era una terra nullius deshabitada por el hombre. Mucho antes de que se convirtiera en el epicentro del colonialismo mundial, el continente fue colonizado por primera vez por seres humanos procedentes del Este.

Un nuevo estudio, dirigido por un equipo de la Academia Checa de Ciencias y la Universidad de Aarhus y publicado esta semana en Nature, informa de la presencia humana más temprana en Europa, en un yacimiento del río Tysa, en Ucrania occidental, conocido como Korolevo.

Herramientas de piedra enterradas en Korolevo, Ucrania

Allí estudiamos una capa de herramientas de piedra dejadas en el lecho de un río por las personas que las fabricaron. Estas herramientas de “núcleo y lasca” fueron fabricadas en el estilo Oldowan, la forma más primitiva de fabricación de herramientas, clasificada por primera vez por la paleoantropóloga Mary Leakey en África oriental. También se han encontrado herramientas similares en los yacimientos más antiguos conocidos de ocupación humana en Europa, el Levante mediterráneo y Asia.

Las herramientas de Korolevo habían sido enterradas por los sedimentos del río y posteriormente por el polvo arrastrado por el viento, y finalmente descubiertas por los trabajadores de una cantera de piedra. En 1974, el arqueólogo ucraniano V. N. Gladilin encontró por primera vez indicios de la presencia de pobladores prehistóricos en este yacimiento.

Los primeros intentos de datar las herramientas resultaron problemáticos. Las mediciones del magnetismo remanente en los sedimentos suprayacentes indicaron que las herramientas más bajas eran anteriores a la inversión más reciente del campo magnético de la Tierra, hace 0,8 millones de años, un acontecimiento conocido como inversión Matuyama-Brunhes. Esta cronología supera con creces los límites de los métodos de datación utilizados habitualmente, como el radiocarbono (útil hasta hace unos 50 000 años) y la datación por luminiscencia (normalmente limitada a los últimos 300 000 años aproximadamente).

Un método de datación basado en los rayos cósmicos

Para resolver este problema, aplicamos un innovador método de datación mediante nucleidos cosmogénicos que puede remontarse a 5 millones de años, el marco temporal crítico para la evolución humana. Este método ya ha proporcionado dataciones definitivas en otros yacimientos clave, como el Australopithecus de Sterkfontein, de 3,4 millones de años, en el sur de África, y el Homo erectus de Zhoukoudian, también conocido como “Hombre de Pekín”, de 0,77 millones de años.

Funciona así: la explosión de estrellas (supernovas) fuera de nuestro sistema solar libera corrientes de rayos cósmicos que penetran en la atmósfera superior de la Tierra, enviando lluvias de rayos cósmicos secundarios hacia nuestro planeta, donde reaccionan con los minerales de las rocas y los suelos para producir nucleidos radiactivos en cantidades minúsculas pero mensurables.

Medimos dos de estos nucleidos, berilio-10 y aluminio-26, para calcular la edad del enterramiento. La fecha se obtuvo observando la proporción de estos dos nucleidos, que cambia con el tiempo en el enterramiento debido a sus diferentes semividas de desintegración radiactiva: 1,4 millones de años para el berilio-10 y 0,7 millones de años para el aluminio-26.

Panel izquierdo: Supernova en la galaxia NGC 2525, a unos 70 millones de años luz. La Tierra es bombardeada continuamente por rayos cósmicos generados por supernovas como esta (imagen: NASA y STSI). Panel derecho: el equipo de físicos (coautores) del Helmholtz Zentrum Dresden-Rossendorf y su espectrómetro de masas con acelerador, la máquina que midió el berilio-10 y el aluminio-26 en nuestras muestras. Imagen: HZDR. NASA y STSI/HZDR

Aplicando este método a la capa de sedimentos que contiene las herramientas de piedra de Korolevo, pudimos calcular una edad de enterramiento de entre 1,5 y 1,3 millones de años, lo que la convierte en la ocupación humana más antigua de Europa datada con seguridad.

¿Quién vivió en Korolevo?

La ausencia de fósiles en Korolevo nos impide determinar con certeza quiénes fueron estos pioneros. Sin embargo, las herramientas son demasiado antiguas y primitivas para ser obra de humanos anatómicamente modernos (Homo sapiens) o neandertales. Los fabricantes de herramientas eran probablemente alguna variedad de Homo erectus, un antepasado notablemente exitoso de los humanos que apareció hace unos 2 millones de años y se extendió por diversos hábitats de África, Asia y Europa.

En su viaje de África a Eurasia, los primeros humanos pasaron por la región del levante mediterráneo, en Oriente próximo, donde dejaron señales de ocupación hace ya 2,5 millones de años en el valle de Zarqa. Más al norte, se han encontrado numerosos fósiles de Homo erectus en Dmanisi, en las montañas del Cáucaso, que datan de hace 1,8 millones de años.

Europa colonizada desde el este

Una vez en Eurasia, los pueblos emigraron hacia el este a un ritmo notable, llegando hasta la isla de Java, en el sudeste asiático, aproximadamente en la misma época en que los encontramos en el oeste de Ucrania. Se desconoce la causa del retraso en la incursión hacia el oeste de Europa, pero parece que Korolevo cubre el vacío migratorio entre el Cáucaso (hace 1,8 millones de años) y los yacimientos del suroeste de Europa datados entre 1,2 y 1,1 millones de años en Atapuerca y Vallonnet. Una propuesta es que la gente entró en Europa desde el este a través del valle del Danubio y la llanura panónica.

Lo que encontraron era muy diferente de lo actual. Hace 1,4 millones de años, Europa era el hogar de megafauna como el mamut, el hipopótamo, especies gigantes de hiena, el guepardo, el castor, el gato dientes de sable, el gato dientes de cimitarra y el jaguar europeo, entre otros animales que desaparecieron hace tiempo del continente.

El calor interglaciar planteó oportunidades

Korolevo es la presencia más septentrional conocida de quien suponemos que es Homo erectus. La edad de nuestro enterramiento, hace unos 1,4 millones de años, corresponde a tres periodos interglaciares que estuvieron entre los más cálidos de los últimos millones de años. Proponemos que el hombre aprovechó estos intervalos cálidos para dispersarse hacia latitudes más altas.

Los periodos glaciares intermedios en esta región fueron terriblemente fríos, descartando cualquier posibilidad de hábitat adecuado para los humanos. Creemos que el clima influyó mucho en el comportamiento humano de entonces, igual que hoy.

La historia del origen de Europa

Nuestro descubrimiento en Ucrania añade una nueva e inesperada capa a la historia de Europa. No cabe duda de que surgirán opiniones divergentes sobre el significado de estas antiguas herramientas, entre otras cosas porque su descubrimiento en un lugar tan disputado sitúa las cuestiones de la historia humana directamente en la línea de fuego geopolítica.

Pero también existe una visión alternativa. Una visión que se maravilla de la empresa humana y recuerda la base común de la que surgió toda la humanidad: un bálsamo para trascender estos tiempos oscuros.The Conversation

John Jansen, Senior researcher, Institute of Geophysics, Czech Academy of Sciences

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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