Ciberacoso/violencia digital

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¿En qué momento nos encontramos?

En la actualidad, según la Guía Controles Parentales de INCIBE, el primer smartphone se entrega, de media, en una edad cercana a los 11 años y los menores de entre 12 y 17 años pasan más de seis horas al día conectados a las pantallas, fuera del horario escolar. Además, siete de cada diez jóvenes han sufrido algún tipo de violencia en el entorno digital siendo menores.

La realidad es que vivimos en un presente tecnológico e hiperconectado, por lo que debemos normalizar el uso de la tecnología y adaptarla a nuestra vida familiar, sin miedos. Al mismo tiempo, es fundamental marcar unas normas y límites para que tengan unos buenos hábitos digitales. La clave pasa por educar a los jóvenes en el uso seguro (privacidad y seguridad) y saludable (uso no abusivo) de la tecnología.

Del acoso al ciberacoso

El ciberbullying es el uso de los medios digitales u online para ejercer el acoso psicológico entre iguales, e incluye actuaciones de chantaje, vejaciones e insultos de unos niños/as hacia otros/as. El acoso se amplifica en el entorno digital, teniendo lugar durante todos los días de la semana a través de los canales digitales. Aun así, no todo el ciberbullying es la extensión del acoso presencial, sino que puede darse por separado. 

Según refleja el III Estudio sobre la percepción del bullying en España (Educar es todo y Totto), un 20% de los niños afirma haber sufrido bullying, en un 60% de forma psicológica con burlas y motes continuados. Además, el estudio recoge que más del 70% de los padres y docentes piensan que ni los propios docentes ni los centros educativos están preparados para enfrentarse a todos los casos de acoso escolar que se producen a diario en los centros. Para afrontar estos casos, desde la UNESCO se recomienda una formación global, integral y sistemática de todas las entidades que trabajan con los menores, pudiendo prevenir estas situaciones, detectarlas e intervenir.

Apps, redes sociales y plataformas que fomentan el ciberbullying

Constantemente surgen nuevas plataformas que las familias no conocen, por lo que es fundamental informarse y tener conversaciones en casa en un clima de confianza. Algunas aplicaciones que facilitan el contacto con desconocidos son Ask FM, This Crush u Omegle. Pese a tener algunas de ellas más de 10 años de recorrido, pueden suponer una fuente de ciberacoso y problemas de privacidad. Para afrontar esto, desde las familias se puede educar en prevención a través de destacar la importancia de cuidar la privacidad y datos personales, los riesgos de tener el perfil abierto en redes sociales o saber cómo actuar ante contenidos inadecuados.

¿Existe el sexting seguro?

La línea entre sexting y sextorsión puede ser fina. El sexting consiste en producir y enviar contenidos de tipo sexual o erótico de forma totalmente voluntaria y privada a otra persona, utilizando para ello el móvil u otros dispositivos. Esto, a priori, no supone nada malo ni ilegal. La diferencia es que también se denomina sexting al delito tipificado en el Código Penal por el que se reenvía este contenido multimedia a terceras personas sin el consentimiento de la persona implicada. Los últimos datos relativos a esta cuestión muestran lo siguiente:

• El 9,3% de los jóvenes reenvían este tipo de contenido sin el consentimiento de otras personas.
• El 21,2% recibe este tipo de contenidos, por ejemplo, de su pareja o compañero íntimo.
• El 28,4% recibe contenidos sin consentimiento. 

No se puede asegurar que la práctica de sexting sea totalmente segura, ya que siempre cabe la posibilidad de que cualquier contenido sea accesible para terceros. Además, hay riesgo de sextorsión, que implica el chantaje o amenaza de difundir por redes sociales o chats el material íntimo para conseguir algo a cambio.

Grooming: pederastas y pedófilos en la red

El grooming es la práctica online en la que un adulto se gana la confianza de un menor, normalmente bajo una falsa identidad, con el objetivo de obtener imágenes o concesiones sexuales. Se pueden diferenciar varias etapas del acoso al menor:

1. Etapa de enganche: con el objetivo de ganarse su confianza, el acosador se acerca al niño/a o adolescente a través de una conversación con intercambio de gustos, preferencias e intereses.
2. Etapa de fidelización: el acosador profundiza en la relación obteniendo una mayor cantidad de datos personales y tratando de fidelizar el vínculo.
3. Etapa de seducción: el acosador seduce y sexualiza la conversación para generar dependencia emocional o compromiso.
4. Etapa de acoso sexual: se manipula a la víctima a través de la solicitud de contenido íntimo o la propuesta de un encuentro personal. En aquellos casos en los que la víctima no accede, el acosador ejerce distintas formas de violencia tales como chantaje, extorsión, amenazas...

Los retos virales

A pesar de no ser una fuente de violencia digital, los retos suponen una serie de riesgos que hay que tener en cuenta. Los retos virales más frecuentes son los sociales, aunque también hay solidarios y de otros tipos, así como algunos que suponen peligros para la salud e integridad física del menor, ansiedad y estrés o, de nuevo, ciberbullying. 

¿Cómo saber que algo va mal?

El menor puede presentar cambios físicos y emocionales como frecuentes manifestaciones de dolencias, alteraciones del estado de ánimo, momentos de tristeza, apatía y agresividad... También se producen cambios de conducta o sociales (hábitos alimenticios y de sueño, variaciones en los grupos de amigos, autolesiones...), así como modificaciones escolares como el rendimiento o pérdida de interés en la escuela.

Es importante que familias y centros educativos conozcan que existen una serie de recursos e instituciones a los que pueden acudir, tales como el teléfono 017 de ayuda en ciberseguridad de INCIBE, la Oficina de Seguridad del Internauta, la plataforma Internet Segura For Kids, Pantallas Amigas, distintas guías de mediación parental, Empantallados, iWomanish...

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Ponente: Laura Cuesta Cano

Laura es profesora adjunta de Estrategia Digital y Cibercomunicación y Nuevos Medios en la Universidad Camilo José Cela. Es la responsable de Comunicación y Contenidos Digitales del Servicio de Prevención de Adicciones de Madrid Salud, así como fundadora de Educación Digital para Familias, un proyecto para orientar y formar en el uso responsable, seguro y saludable de la tecnología. 

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