¿Implican los resultados en Andalucía un cambio de ciclo en la política española?
Las elecciones al Parlamento de Andalucía, celebradas el 19 de junio de 2022, han supuesto un triunfo por mayoría absoluta del Partido Popular y de su candidato y presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla
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Antonia Martínez Pérez, Universidad de Murcia; Elena Martínez Barahona, Universidad de Salamanca; Fernando Nistal González, Universidad CEU San Pablo; Francisco Collado, Universidad de Málaga y Susana Aguilar, Universidad Complutense de Madrid
Las elecciones al Parlamento de Andalucía, celebradas el 19 de junio de 2022, han supuesto un triunfo por mayoría absoluta del Partido Popular y de su candidato y presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla. Tras las recientes victorias de los populares en Madrid y Castilla y León, hemos preguntado a varios profesores y profesoras de Ciencia Política si puede afectar al rumbo de la política nacional, o sea, si estamos ante un cambio de rumbo en la política española.
“Los resultados muestran crítica hacia la política de pactos de Pedro Sánchez”
Antonia Martínez
Catedrática de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Murcia
La Comunidad Autónoma de Andalucía era una anomalía en el conjunto del país. Como ocurrió a nivel nacional, y de otras Comunidades Autónomas, los electores han percibido que el discurso del PSOE en su calificación del PP no es creíble. Este elemento hace que las recientes elecciones en Andalucía puedan entenderse sólo en clave autonómica.
Pero los resultados también muestran la crítica hacia la política de pactos de Pedro Sánchez de los últimos meses y su reflejo en una comunidad claramente españolista. Y, sin duda, la percepción de que el Gobierno sigue legislando, en esencia, sobre temáticas de valores mientras que su eficacia en la resolución de problemas acuciantes está siendo bastante pobre. Si el Gobierno sigue en ese camino entonces sí estaremos en un cambio de ciclo.
“El cambio de ciclo es un hecho que no tiene vuelta atrás”
Fernando Nistal González
Secretario académico del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social CEU-CEFAS
Tras casi 40 años de poder en Andalucía, el bastión más fuerte que tenía el PSOE en España se ha desmoronado definitivamente. Dicho de otro modo, la izquierda ha dejado de ser la opción política predominante para los ciudadanos de la comunidad autónoma más poblada del país, un hecho que influirá en el devenir electoral más inmediato.
Las causas pueden ser múltiples y variadas: el caso de los ERE, el frágil liderazgo de Juan Espadas al frente del Partido Socialista en Andalucía, la división en los partidos de extrema izquierda, la práctica desaparición de Ciudadanos, el errático enfoque de la campaña de Vox y, sobre todo, la herencia de una buena gestión del Gobierno de Moreno Bonilla al frente de la Junta de Andalucía han provocado una holgada victoria del Partido Popular y los peores resultados del PSOE de su historia en la región.
Además, estas elecciones autonómicas nos han dado otra clave a nivel nacional que refuerzan la idea de que el cambio de ciclo es un hecho que no tiene vuelta atrás. Resulta evidente que estos años de legislatura del Gobierno de Pedro Sánchez han influido en la decisión que han tomado los andaluces y que sus políticas de pactos con partidos independentistas, la dudosa buena gestión de la pandemia o la delicada situación económica cada vez más acuciante son motivos de peso para cambiar el sentido del voto.
Los recientes resultados en Madrid, Castilla y León y Andalucía son tres bofetones de realidad suficientes como para que el Partido Socialista sea capaz de remontar de aquí a las próximas elecciones generales previstas para el año que viene. Las previsiones, a día de hoy, no son nada halagüeñas.
“Podría decirse que volvemos, con matices, a la política de siempre”
Susana Aguilar
Catedrática de Sociología Política, Universidad Complutense de Madrid
Las elecciones de diciembre de 2015 fueron anunciadas como las de un nuevo ciclo político caracterizado por el fin del bipartidismo. Dicho anuncio fue erróneo porque el bipartidismo siempre fue imperfecto, y fue precipitado porque carecía de dimensión temporal.
De las dos formaciones surgidas en 2015, Ciudadanos está en franco retroceso y casi podría augurarse su desaparición en el corto plazo, mientras que Podemos ha sufrido importantes pérdidas y una fragmentación de su marca. Tres años más tarde, un nuevo partido, Vox, da el salto al escenario electoral en Andalucía, y accede a la política nacional en los dos comicios de 2019.
En las últimas elecciones de 2022, de nuevo en Andalucía, las opciones radicales se han estancado (Vox) o perdido aún más fuelle (Podemos), mientras que el bipartidismo se ha recuperado. Entre el PP y el PSOE reúnen dos de cada tres de los votos emitidos. Eso sí, con un fuerte cambio de tendencia a favor del primero.
Cinco partidos se sientan ahora en la cámara (al igual que en 2018, 2015 y 1982), pero lo más significativo es el cambio del predominante color rojo al azul. Podría decirse que volvemos con matices a la política de siempre y que, con excepción de Cataluña y el País Vasco, esa tendencia podría consolidarse acompañada de una potencial consolidación de pequeños partidos de ámbito provincial.
“La izquierda vuelve a dividirse con las consecuencias de siempre”
Mª Elena Martínez Barahona
Profesora titular en el Área de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Salamanca
Las elecciones andaluzas implican un cambio de ciclo en la vida de los principales partidos políticos del país:
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Desde el PP se constata que volviendo al centro se ganan más votos que virando hacia la extrema derecha: la moderación gana a la crispación. La campaña andaluza ha sido un calco de las elecciones gallegas. Se refuerza el PP-Feijoo y marca un nuevo rumbo.
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Ciudadanos ha firmado su acta de defunción. No hay mucho más que se pueda hacer a estas alturas. No ha habido un cambio de timón en la dirección del partido por lo que se ha desdibujado hasta desaparecer.
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Vox ha tocado fondo en Andalucía: ya no puede hablar de tú a tú con el PP. Es un revés que puede tener sus consecuencias a nivel nacional.
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Siendo Andalucía la CC. AA. que más diputados aporta al Congreso, el PSOE se enfrenta ahora a un año donde tiene que revertir su constatado descenso. Las autonómicas serán claves para las elecciones nacionales.
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La izquierda vuelve a dividirse con las consecuencias de siempre. No ilusiona su proyecto, no enganchan con la ciudadanía, tienen muchos problemas en hacer campaña.
Y sobre todo, algo de lo que no se habla tanto es de la abstención: un 40 % de los andaluces no han ido a votar. A la espera de los postelectorales, posiblemente detrás de esta abstención puede estar mucho votante de izquierda. Volver a ilusionar, volver a convencer es una tarea que tiene la izquierda para las próximas elecciones.
“Los resultados de las elecciones andaluzas no representan un cambio de etapa en la política española”
Francisco Collado
Profesor de Ciencia Política en la Universidad de Málaga
Necesariamente los resultados de las elecciones andaluzas no representan un cambio de etapa en la política española. Ante todo, la victoria por mayoría absoluta del PP y la debacle del PSOE deben ser interpretados dentro del contexto andaluz.
Sin embargo, sí se pueden extraer algunas claves definidas desde la perspectiva individual de algunos votantes.
En primer lugar, la importancia de la centralidad política, tanto centro-izquierda como centro-derecha, como eje para la gobernabilidad política más allá de los límites de un entorno multipartidista.
En segundo lugar, un aviso de la pérdida de confianza en el ejecutivo central, especialmente conforme a la evolución negativa de la actual situación económica.
Tercero, el cambio de unos procesos electorales con una alta carga política entre los votantes a convocatorias donde adquiere un mayor peso decisivo la situación económica y social de la ciudadanía.
Y cuarto, el riesgo que supone un alto grado de abstención electoral para los partidos de izquierda.
Antonia Martínez Pérez, Catedrática de Universidad de Ciencia Política y de la Administración, Universidad de Murcia; Elena Martínez Barahona, Profesora Titular de Ciencia Política, Universidad de Salamanca; Fernando Nistal González, Secretario Académico del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (CEU-CEFAS), coordinador del Título de Experto en Liderazgo y Compromiso Cívico, Universidad CEU San Pablo; Francisco Collado, Profesor de Ciencia Política, Universidad de Málaga y Susana Aguilar, Catedrática Sociología Política, Universidad Complutense de Madrid
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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