Los seis ejes de la cumbre de la OTAN en Madrid
Cuarenta años después de la adhesión de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la organización se reúne en Madrid entre el 29 y 30 de junio de 2022
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Alberto Priego, Universidad Pontificia Comillas
Cuarenta años después de la adhesión de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la organización se reúne en Madrid entre el 29 y 30 de junio de 2022.
Lo que se antojaba como una cumbre de transición se ha convertido en una cumbre clave para el futuro de la Alianza y del mundo libre. Al invadir Ucrania, Rusia ha traspasado todos los límites imaginables, violando el derecho internacional y todas las convenciones que protegen los Derechos Humanos. Por este motivo la Cumbre la OTAN en Madrid se ha convertido en la cumbre que transformará y revitalizará la alianza. Lejos quedan los tiempos de Trump o de Bush en los que los aliados se enfrentaban entre sí dando una imagen de desunión. Ahora todos arriman el hombro y se muestran firmes en la consecución del propósito por el cual se creó la OTAN: Frenar a Rusia y mantener a Europa libre y democrática.
En la Cumbre de Madrid se van a tratar seis grandes temas:
1. La defensa y la disuasión en Europa
Desde que Rusia invadiera Crimea y el Donbass en 2014, la posición de la OTAN respecto del Kremlin se ha ido afilando. En 2014, Rusia mostró su verdadera cara, un estado agresivo e imperialista que tratará de conquistar todos los territorios que pueda. Por ello, la Alianza se dispuso a defender su Flanco Este con el despliegue de cuatro Multinacional Battlegroup en el Báltico (Estonia, Letonia, Lituania y Polonia) a los que se han unido otros cuatro más en Rumania, Bulgaria, Hungría y Eslovaquia.
En total, la Alianza tiene desplegados 140 000 hombres (100 000 norteamericanos), 130 aviones en alerta y 140 barcos desplegados entre el Mar Negro y el Báltico. Todas estas fuerzas velan porque Rusia no entre en el territorio protegido por el Art. 5 del Tratado de Washington (1949), una cláusula que haría que todos los miembros de la OTAN respondieran al unísono ante un ataque como el ocurrido el 24 de febrero en Ucrania.
Si bien es cierto que los esfuerzos se han redoblado con la invasión de Ucrania, la Alianza lleva ya mucho tiempo reforzando su compromiso con el Flanco Este y transformando su doctrina. Prueba de esta afirmación sería la aprobación del Readiness Action Plan en la Cumbre de Gales en 2014 o aprobación de la Deterrece and Defence Posture Review en la Cumbre de Chicago de 2012. Si bien Madrid va a ser la puesta de largo de una nueva OTAN, el pistoletazo de salida se dio hace 8 años en Gales, cuando la Alianza comenzó a reaccionar a la agresión rusa hacia Ucrania, cuando el Kremlin invadió y se anexionó ilegalmente Crimea.
2. Ucrania
Tal y como se reconoció en la Cumbre de Madrid 1997, Ucrania es un país clave en la seguridad de Europa. Si bien es cierto que los aliados no han tenido el valor de invitar a Ucrania a formar parte de la Alianza, algo que le hubiera evitado el sufrimiento que vive hoy, sí que han mantenido una relación privilegiada con la Carta de Asociación de 1997, su revisión en 2008 o la creación de la NATO-Ukraine Commission en 2009.
Lejos de enfriar la relación, la invasión rusa de Crimea ha reforzado la ya estrecha relación con la aprobación del Comprehensive Assistance Programme aprobado en Varsovia en 2016 y que ha permitido a Ucrania prepararse para ciberataques o guerra híbrida. Si bien la invasión rusa del 24 de febrero no ha provocado una reacción en el seno de la Alianza, sus miembros han usado a la OTAN para coordinar sus programas de asistencia, desde el envío de armas hasta la asistencia humanitaria, pasando por el entrenamiento militar.
En Madrid, Ucrania recibirá un espaldarazo tanto en su integridad territorial como en su independencia y, aunque por el momento la Alianza no contempla la integración, para Kyiv este asunto sigue siendo una prioridad, tal y como quedó recogido en su Estrategia de Seguridad Nacional de septiembre de 2020.
3. Concepto estratégico
Desde la caída de la URSS, la OTAN ha aprobado dos conceptos estratégicos. El primero en Washington en 1999 y el segundo en Lisboa en 2010. Los dos conceptos tenían cosas en común, pero en los dos había un elemento que los diferenciaba de los aprobados anteriormente: entendía que la OTAN no tenía ningún enemigo estatal. Evidentemente, hoy ya nadie piensa así y una de las principales diferencias del Concepto Estratégico de Madrid será el reconocimiento de Rusia como enemigo, algo que ya hizo la OTAN en la Cumbre de Bruselas de 2021. El concepto estratégico de Madrid nacerá de la voluntad del Secretario General por modernizar la Alianza, voluntad que ha sabido superar los vetos de algunos líderes como Donald Trump, quien hizo todo lo posible por frenarlo. En el documento se reafirmarán los valores comunes y las funciones de la OTAN, así como los recursos que tenemos para enfrentar los nuevos riesgos y amenazas.
En medios de estos dos asuntos encontramos a China, quien, si bien no aparecerá como una amenaza, probablemente se le calificará de “reto sistémico”
4. Asociaciones y política de puertas abiertas
Si algo ha sabido hacer la OTAN en los últimos treinta años ha sido buscar programas de asociación. El Partnership For Peace permitió preparar a los países del Este para la ampliación, el Mediterranean Dialogue fomentó las medidas de confianza con los países del Mediterráneo Sur y el Global Partnership acercó posturas con socios lejanos (Japón, Corea Sur, Israel y Australia) haciendo sus ejércitos interoperables con los de la OTAN.
Fruto de esta cooperación, dos estados hasta ahora neutrales –Suecia y Finlandia– van a poder integrarse en la OTAN en un tiempo récord. Se prevé que en la Cumbre de Madrid se lance la invitación y, como muy tarde en 2023, Suecia y Finlandia serán miembros de pleno derecho, convirtiendo a toda Escandinavia en territorio OTAN. Para las futuras cumbres quedará la integración de Bosnia, Georgia y Ucrania, algo que tarde o temprano llegará.
5. Nuevas Amenazas
Si bien desde el fin de la URSS la OTAN se ha venido adaptando a las nuevas amenazas, el surgimiento de otras nuevas hace que la Alianza tenga que estar en un proceso continuo de cambio.
El terrorismo, las crisis migratorias, los ciberataques o las campañas de desinformación son solo algunos de los retos que hoy tiene que hacer frente la Alianza. Para ello, desde Bruselas se están preparando instrumentos innovadores como el Defence Innovatation Acelerator o el Innovation Fund, que tratan de usar la tecnología para hacer frente a estas amenazas que a simple vista aparecen como invisibles. También es necesario hacer una parada en el cambio climático, un reto que la Alianza tiene muy presente que en el futuro será el detonante de muchos problemas de seguridad.
6. Vínculo Transatlántico
La implicación de los Estados Unidos en la Primera y Segunda Guerra Mundial, el esfuerzo de contención de la URSS durante toda la Guerra Fría y la asistencia armamentística y financiera a Ucrania son representaciones de un mismo fenómeno: el vínculo transatlántico. Europa y Estados Unidos comparten valores y como tal se apoyan en la protección de los mismos. Desde esta perspectiva, en la actualidad hay un bloque de estados (OTAN y aliados) que lucha frente a otro (Rusia, China, Irán, Venezuela, etc.) que pretende destruir estos valores.
Si bien es cierto que Trump calificó a la Alianza de “obsoleta” y que Macron planteó que estaba “en muerte cerebral”, la invasión de Rusia a Ucrania ha demostrado que la OTAN está más viva que nunca y que el artículo 5 sigue siendo el único elemento que frena las aspiraciones imperialistas del Kremlin.
Por lo tanto, la Cumbre de Madrid será, además de la presentación en sociedad de la nueva OTAN, un escenario muy atractivo para mostrar que los aliados están unidos, comprometidos y preparados para hacer frente a cualquier amenaza, incluso si esta viene desde Rusia.
Alberto Priego, Profesor Agregado de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Departamento de Relaciones Internacionales, Universidad Pontificia Comillas
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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