Manzaneitor y Amorción frente a Superman: los superhéroes que los niños anhelan

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Isabel Mociño González, Universidade de Vigo

Los sueños de la infancia de hoy serán los logros de la sociedad del mañana. Y las imágenes que mediatizan estos sueños se crean, en buena medida, a partir de productos culturales de consumo masivo dirigidos a los más jóvenes. Entre ellos se encuentran los cómics, una de las actividades creativas y de comunicación cultural más genuina y universalizada.

El mundo editorial primero y el audiovisual después convirtieron a personajes de cómic en mitos modernos. Superhéroes como Superman, Batman, el Capitán América, Spiderman y otros similares formaron parte, y lo siguen haciendo en la actualidad, del universo imaginario de muchas generaciones.

Ellos encarnan la eterna lucha del bien contra el mal, pero también promueven otros valores más cuestionables, como el antropocentrismo, la objetualización y secundarización de las mujeres y las actitudes racistas y xenófobas. Cuestionar estas perspectivas sesgadas y carentes de valores de justicia, equidad y respeto es fundamental en la escuela de hoy.

El cómic como experiencia multidisciplinar

En la actualidad, niñas y niños aprenden de modo multidisciplinar, conformando su imaginario personal a través de la cultura escrita, audiovisual y multimedia. Son seres polialfabetizados, a los que la escuela debe responder con solvencia.

Aprovechar sus conocimientos previos para afianzar la alfabetización visual en la adquisición de nuevos aprendizajes fue el objetivo de nuestro proyecto, en colaboración con un aula de sexto de educación infantil (5 y 6 años) del colegio Mestre Vid de Orense (España). Usamos el cómic como aglutinador de actividades, visitas, encuentros con las familias y la creación colaborativa de las aventuras de unos superhéroes muy particulares.

El cómic y sus convenciones

El aprendizaje basado en proyectos fue la base metodológica de esta iniciativa. Las 25 niñas y niños de entre 5 y 6 años que participaron, junto con la tutora, compartieron sus conocimientos previos y avanzaron en la adquisición de las competencias del currículo a través de la creatividad, la experimentación y la investigación alrededor del cómic.

Para ello contaron con la ayuda de una ilustradora. Maestra también en formación, a lo largo de varios meses fue dando forma a las ideas, indicaciones y preferencias de los niños y niñas sobre los que acabarían por convertirse en personajes protagonistas de sus viñetas, a la vez que se promovía el diálogo y la reflexión sobre la realidad y los nuevos conocimientos.

Dos nuevos superhéroes

Los niños y niñas, en asamblea, decidían y llegaban a acuerdos sobre cómo querían que fuese el aspecto de los superhéroes que los representarían. A medida que proponían opciones (animales, plantas, objetos…) la ilustradora los dibujaba mientras hablaban de ellos y de sus posibles poderes.

Finalmente, con toda una galería posible de personajes se realizó una votación y fueron elegidos mayoritariamente una manzana y un corazón. Una vez seleccionados se pasó a darles nombre y a elegir los atributos que les definirían, para lo que se empleó el mismo método: niñas y niños opinaban, se ejecutaba por parte de la ilustradora y finalmente se incluía o descartaba cada elección de modo grupal.

Finalmente, los personajes creados entre todos fueron una manzana y un corazón, a los que dieron el nombre de Manzaneitor y Amorción. Sus rasgos sencillos facilitaban la ejecución por parte de los más pequeños e incidían en una perspectiva simbólica de revalorización de elementos próximos del entorno, con los que están familiarizados.

Su carácter más convencional deriva del atavío propio de los superhéroes de ficción, como una capa, un antifaz y patines, puestos al servicio de unas aventuras genuinas, fruto de las vivencias personales de alumnado y sus familias.

Colaboración y creatividad

De hecho, el papel de las familias fue muy activo a lo largo de todo el proceso, tanto por la colaboración con recursos propios, como a través de las visitas al aula en diferentes ocasiones para compartir la creación de personajes.

La docente y la ilustradora explicaron a niños y familias las convenciones del cómic: secuencialidad, viñetas, onomatopeyas, planos… Esto facilitó el proceso posterior de creación de aventuras de estos personajes en colaboración con sus hijos e hijas.

La actividad con las familias en el aula favoreció el vínculo entre los contenidos de la escuela y la vida real de los más pequeños.

Los valores destacados

El resultado final del proyecto es un cómic colaborativo en el que Manzaneitor y Amorción recorren diferentes lugares y se enfrentan a peligrosas misiones de las que siempre salen victoriosos. Estas aventuras les convierten en defensores acérrimos del cuidado de la naturaleza y de la necesaria relación de respeto y equilibrio con el medio natural como garante de la supervivencia del ser humano.

También encarnan estos superhéroes la lucha contra la contaminación, enfrentándose a un amenazador señor Lixón, antítesis del reciclaje y el consumo responsable de los recursos naturales.

Se promueve, por tanto, el cuidado del planeta, de las personas y los animales, a la vez que se incide en una cultura de la vida saludable, con especial atención a la alimentación equilibrada y a los hábitos de vida activa, que ayudan a evitar el sedentarismo entre los más pequeños.

Manzaneitor y Amorción encarnan un claro activismo ecologista, en el que resuenan los mensajes de los objetivos de desarrollo sostenible y figuras como Greta Thunberg, pero sobre todo encarnan la voz de la infancia que reivindica su derecho a un futuro.

Isabel Mociño González, Profesora de Didáctica de la Lengua y la Literatura, Universidade de Vigo

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.